La vio por primera vez en la terraza del hotel Miramar, en Cadaqués, junto a su marido. Quedaron en encontrarse a la mañana siguiente, en la playa.
Dalí decidió prepararse para el encuentro. Se abrió y arremangó la ropa para hacer resaltar su bronceado. Se puso al cuello un collar de perlas y en la oreja un geranio rojo. Se hirió al afeitarse la axila y se embadurnó el cuerpo con su propia sangre, a la que agregó estiércol de cabra y aceite.
Pocos meses después, profundamente enamorados, se fueron a vivir juntos. Desde aquel momento, Gala será para Dalí amante, amiga, musa..
Siempre es bueno saber que existió, existe o existirá alguien más trastornado que tú.
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