miércoles, marzo 22, 2006

Encerrado

Con frenética impaciencia empujó el picaporte, pero no logró
abrir la puerta de la habitación cerrada. Golpeó, ya fuera de sí, la
dura madera maciza, y por fin, del otro lado, alguien dijo:
-Nadie puede abrirte. Todos estamos atrapados. Tú ahí y nosotros
del otro lado.